lunes, 17 de enero de 2011

Las revisiones del gas, ¿un timo?


En general somos grandes desconocedores de la normativa actual sobre las instalaciones de gas en los hogares. Esta ignorancia es aprovechada por desaprensivos para engañar a quien pueden, especialmente a los más indefensos: nuestros ancianos.
Los hogares deben disponer de un certificado oficial de revisión de la instalación de gas de la casa. Algunas aseguradoras pueden exigirlo en caso de accidente y, según el artículo 22 del Reglamento de la actividad de distribución de gases licuados, es el propietario del inmueble quien está obligado a tenerlo actualizado en el momento del siniestro. Cada revisión tiene una validez de cinco años.
Sólo los instaladores autorizados por Industria, pueden realizar estas revisiones. Aconsejamos desconfiar de todo aquel que quiera cobrar en metálico e inmediatamente pues, como sabemos, son habituales las estafas, que han llegado incluso a pedir 1.000 € por la revisión. No existe una tarifa oficial, pero generalmente, una revisión en sí (sin contar materiales), puede costar alrededor de unos 60 €. Por supuesto, no existe ninguna obligación de atender a quien llama a la puerta para la revisión del gas; este es un servicio privado que podemos contratar con quien queramos y siempre, previo presupuesto. Existe información útil en la web donde podremos informarnos mejor de los pormenores de estas inspecciones y la documentación que tenemos derecho a exigir a los instaladores; una web bastante completa es revisionesgasdebutano.es
Si quieren consultar la normativa vigente actualmente sobre este tema descarguen el archivo siguiente haciendo click con el botón derecho en el enlace siguiente y seleccionar “guardar como…”

En Machí podrá encontrar, entre otros productos, los reguladores de presión o “alcachofas” de las bombonas. Estos reguladores no tienen fecha de caducidad, por lo que no existe ninguna obligación legal de cambiarlos mientras funcionen correctamente. De todos modos, como es natural, con el tiempo los reguladores se estropean; por eso, según las especificaciones de la norma UNE EN 12864, es recomendable cambiar los reguladores que tengan más de 10 años.
Consejos sobre las inspecciones del gas (u otras):
Libre elección. La revisión de las conducciones de gas puede realizarse con cualquier empresa que elija el usuario, siempre que tenga la autorización administrativa. No es obligatorio realizarla con ninguna que se presente en casa.
Nada de pagos. Hay que desconfiar de cualquier técnico que haga una inspección por sorpresa y solicite un pago en metálico de inmediato.
Desconfianza telefónica. Llamar a un teléfono entregado, en tarjeta o documento, por un supuesto revisor no es ninguna garantía. El receptor de la llamada formaría parte de la red fraudulenta.
Consulta personal. En caso de duda, lo mejor es visitar la sede física de algún instalador y revisor autorizado para pactar la visita, consultar el pago y resolver las dudas.

La documentación que debería enseñarnos cualquier instalador oficial, es la siguiente:
1.- Fotocopia del carnet de instalador
2.- Certificado de empresa instaladora de gas
3.- Seguro de responsabilidad civil

Recomendamos verificar los trabajos de los instaladores: si en la factura pone que han cambiado la manguera de gas, es fácil comprobarlo ya que, en la misma manguera, pone la fecha de caducidad que es de cinco años. Sólo hay que mirar la fecha y ver si pone una inscripción como esta: “AGO-16” (agosto del 2016). El regulador se ve a simple vista si es nuevo o viejo, además, si lo han puesto nuevo, deben entregarnos la caja de cartón donde va embalado el regulador.
En nuestra sección de vídeos de bricolaje, tenemos uno donde nos explican con bastante claridad cómo podemos cambiar la goma de butano nosotros mismos. No es tan difícil y podemos ahorrarnos mucho dinero.
Esperamos que esta información os haya resultado útil; os animamos a publicar vuestros comentarios o consultas. ¡Gracias por leernos!.


lunes, 3 de enero de 2011

Cómo elegir una estufa (II)

En el anterior artículo hablamos sobre los diferentes tipos de estufa eléctrica disponibles en Machí. Ahora le toca el turno a las estufas de gas, leña y keroseno.
Dentro del grupo de las estufas con sistema de calefacción por gas, encontramos tres tipos diferentes de tecnología: infrarrojos, catalítica y de llama azul.
Las estufas de infrarrojos tienen una especie de placa cerámica rectangular que es calentada por el gas licuado de las bombonas de gas. Este tipo de estufa es más eficiente y puede dar más calor con menos consumo.
Las estufas catalíticas disponen de un panel catalizador que irradia el calor sin llama viva, resecan menos el ambiente y sus riesgos por quemaduras es menor. Además, el residuo liberado por la combustión del gas, es menos tóxico que el de las estufas infrarrojos, las cuales necesitan mayor ventilación.
Las estufas de llama azul tienen mucha potencia de gas; al no disponer de panel, sino de una sencilla plancha metálica, tienen una vida útil mucho mayor. Son ideales para su uso en almacenes y estancias amplias y abiertas.
Cabe decir que, hoy en día, todas las estufas disponen de un analizador de ambiente que apaga automáticamente la estufa cuando detecta un nivel demasiado elevado de CO2; por eso, este sistema de calefacción es totalmente seguro.
Las estufas de leña, son las que más potencia tienen de todas. La potencia dependerá del tamaño de la estufa y la leña que pueda quemarse en su interior. Suelen disponer de pequeñas ventanitas o escotillas que permiten regular la entrada de aire dentro de la estufa para aumentar la potencia o disminuirla. La plataforma donde se deposita y se quema la leña, dispone de unos agujeros o rendijas para que la ceniza caiga a un departamento en la parte inferior y no estrangule las llamas.
Estas estufas necesitan de una instalación por tubos para expulsar el humo generado al exterior de la vivienda. Ideal para hogares donde la obtención de la leña no es problema.
Finalmente tenemos las estufas de keroseno cuyas prestaciones son muy similares a las estufas de gas, pero tienen más potencia. En Machí recomendamos, antes de adquirir una estufa de keroseno, asegurarse el suministro de este combustible, el cual no está autorizado a ser almacenado por cualquier establecimiento. El keroseno es un combustible potente, pero caro. Cuidado con el keroseno de bajo precio, pues suele desprender un olor bastante desagradable. Además del combustible, las estufas de keroseno tienen una mecha que hay que cambiar cada cierto tiempo, así como unas pilas para el encendido.
¿Tienes algún comentario que hacernos? Adelante ¡esperamos tus aportaciones!